Leo una noticia en la que se anuncia la salida de un nuevo periódico. Uno de sus responsables comenta que se proponen hacer buen periodismo, el mejor. Nada de limitarse a publicar notas de prensa, que llegan a cientos a la redacción.
No es la primera vez que me encuentro con las declaraciones de un periodista que, al definir el buen periodismo (imagino que se refiere al de investigación, al de elaboración de temas propios y al de calle), en lugar de explicar y dar más detalles de los procedimientos de trabajo que van a seguir en la redacción para lograrlo, se limita a compararlo con el que se sobreentiende que es malo, es decir, ése que se limita a publicar y hacer refritos de notas de prensa.
Más allá de lo acertado o no de la argumentación (personalmente me parece algo pobre), creo que denostar la nota de prensa no es la solución para acabar con el mal periodismo. Son harinas de diferentes costales.
La nota de prensa tiene un papel que cumplir en el proceso de comunicación. Y pocas veces se pretende su publicación tal cual en un periódico o su lectura en un informativo de radio. Ni siquiera cuando el contenido es un comunicado, pues siempre se parte de la base de que el redactor va a tomar los datos o declaraciones que más le interesen. Pocas veces serán todos. Y se sabe que no a todos los medios les van a interesar las mismas cosas que en ella se cuenten.
El destinatario de una nota de prensa es el periodista; no el lector, oyente o telespectador. Eso lo sabe bien cualquier profesional que trabaje en un gabinete de prensa. Y el que la escribe, el periodista que trabaja en un gabinete de comunicación, precisamente por la diversidad de medios y periodistas que la van a recibir, busca, no ver publicada su obra al día siguiente en las páginas de los diarios sino captar el interés informativo de las redacciones.
Una nota de prensa es el marco a través del cual una fuente hace llegar a los medios de comunicación una información: previsión de agenda, convocatoria de una rueda de prensa, comunicado, declaraciones o noticia propiamente dicha, entre otras. El objetivo final, en cada caso, será distinto. Pero hay un denominador común: la nota de prensa siempre se propone inspirar una información amplia, sugerir una entrevista, en ocasiones un reportaje y, a veces, provocar hasta un artículo de opinión. Ese es el verdadero fin de una nota de prensa: conquistar el interés del redactor y el medio; no hacerles el trabajo.
Estoy de acuerdo con la aclaracion sobre la nota de prensa. El impetu y las ganas de sobresalir a cualquier costo, a veces nos hacen olvidar los tecnicismos del sistema del periodismo. Estos, he descubierto, que mas bien estan ahi para ser usados de acuerdo a la creatividad del profesional. Y es ahi donde reside la originalidad, de como se usen para la noble causa.
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